Juan José Millás
Ética y hética
16.03.2016 | 05:30
Ética y hética
El otro día, en la tele, vi cómo una representante del PSOE y otra del PP se daban mutuamente en la cabeza con sus respectivos códigos. Sin hacerse daño, claro, pues ya se ha dicho que son más delgados que el folleto de instrucciones del Parchís y están escritos en un solo idioma. Estas dos representantes iniciaron la discusión con el famoso ´y tú más´ y se deslizaron, sin darse cuenta al ´y tú menos´. Increíblemente, cada una acabó presumiendo de mayor corrupción que la otra. Eso sí, la expresión ´código ético´ (nada menos que dos esdrújulas) iba y venía sin parar de un extremo de la pantalla al otro. Se les llenaba la boca de código ético, como el que, para aturdirse, repite una letanía sin caer en su significado. Ora pro nobis.
Al poco, se manifestó en el mismo programa Pedro Sánchez, que tiene de secretario general del partido, en Galicia, a un sujeto imputado por diez delitos, diez, cada uno más grave que el otro. Dijo que no pasaba nada, pues su código ético tenía prevista estas situaciones y que se cumplirían los tiempos. Lo dijo con tal ligereza y aplomo, que yo mismo, por un momento, pensé que la situación era del todo normal. Pero no, era un desatino. No había manera de justificarla. Significa que los códigos éticos de los que hablan tanto últimamente son en realidad ´códigos héticos´. Lo que pasa es que la hache es muda y no la oímos.