No llegó
Algunas vías del tren no conducen a lugar alguno
Juan José Millás 07.08.2017 | 00:11"Callejón sin salida" fue otro mazazo. La idea de que algunas calles morían sin desembocar en otras resultaba difícil de aceptar. Había también vidas y proyectos y novelas que entraban en callejones sin salida, perdiéndose en la oscuridad de su fondo. Por eso nos han conmovido tanto la noticia de Lucía Vivar. Al principio caminaría a ciegas, como se comienzan muchos poemas, sin saber adónde la llevaban sus piernas. Quizá sintió un poco de miedo hasta que descubrió las vías del tren. Con tres años ya se sabe que conducen a algún sitio porque todavía no se ha escuchado la expresión "vía muerta". Debió de ser un alivio para la pequeña. Ahora solo faltaba no abandonar su huella. Probablemente estaba segura de que la conducirían a donde había dejado a sus padres. Quiere uno pensar que se encontraba tan segura que quizá jugara a saltar de una traviesa a otra. Y cuando se cansó, se echó a dormir allí mismo, para no extraviarse de nuevo, de forma que cuando despertara pudiera continuar la ruta que la devolvía a casa. Por fortuna para ella, murió sin enterarse de que no había llegado.