Sin vergüenza
Juan José Millás 23.08.2017 | 07:41Sorprende observar cómo hasta los empresarios más impresentables, si se les pregunta, reconocen que el esfuerzo llevado a cabo para que la economía se recuperara ha partido el lomo a los que ya lo tenían quebrado. Lo confiesan sin vergüenza alguna, porque también son los dueños de las palabras, para manifestar a continuación, con gesto indulgente, que tal vez haya llegado el momento de que la bonanza alcance, un poquito, a los salarios.
- ¿Acaso no deberíamos haber empezado por ahí?
- Primero teníamos que forrarnos nosotros.
- Pero si ustedes ya estaban forrados.
- Cállese o le aplico la reforma laboral.
Ahora se comprende también cómo pudo ponerse en pie esa reforma que incluía el cierre de los pocos despachos de abogados laboralistas que quedaban, pues donde no hay derechos laborales es absurdo que haya defensores de la mano de obra.
Lo más provocador, si cabe imaginar algo más provocador, es que justifican la necesidad de estas timidísimas subidas salariales en la caída del consumo. Tenemos que consumir un poco más para no morirnos de inanición y aguar la fiesta a los dueños de la realidad.