Las lumbares
Juan José Millas 04.09.2017 | 05:30No sabemos qué dirá el análisis del ADN de Dalí, ni nos importa mucho, la verdad, pero el ADN español vuelve donde solía. Estábamos yendo hacia Europa a velocidades de vértigo, cuando Europa comenzó a retroceder hacia España y nos encontramos en el centro, atónitos. Habría que exhumar las viejas y románticas ideas que teníamos acerca de Europa, seguramente falsas. La Europa de las catedrales, de las universidades, de la cultura con fundamento. La vieja Europa. Pero no va a ser fácil con Macron en el Elíseo. La grandeur francesa ha devenido en rímel para las pestañas y coloretes para las mejillas. Todo ello muy caro y muy barato a la vez. Muy caro desde el punto de vista económico y tirado desde una perspectiva moral.
Con el desentierro de septiembre, regresa el otoño caliente de toda la vida. La lucha por lo obvio. Fíjense en las camareras de hotel, las kellys, que a juzgar por lo que les duelen las lumbares, parece que desentierran cada mañana a los clientes en vez de hacerles la cama. Solo piden un salario como Dios manda. Pero Dios está enterrado. O inhumado, ahora no caigo.