Juan José Millás
Ideólogos
10.10.2015 | 02:32
Ideólogos
Permanecen en ella las casas, con sus enseres, pues sus dueños han sido evacuados a toda prisa. La vegetación crece en los jardines. Los animales domésticos, que ignoran la prohibición, regresan con frecuencia a sus antiguos hogares y ocupan, frente al televisor apagado, el lugar en el que se acomodaban sus dueños. Ciertas personas entran de madrugada, clandestinamente, a la zona de exclusión para dar de comer a sus gatos, que se niegan a cambiar de domicilio. Los pájaros cruzan continuamente la frontera en una u otra dirección sin que las autoridades puedan hacer nada por evitarlo.
La Filosofía ha sido decretada zona de exclusión. Apenas se estudiará en el bachillerato por miedo a sus efectos contaminantes. Platón y Aristóteles permanecerán dentro del perímetro prohibido, como los gatos del párrafo anterior. Quizá sean leídos por gente que se aventure a penetrar en la zona sellada. Tal vez haya jóvenes rebeldes que se acerquen a la biblioteca de sus mayores y cojan un tomo de Lógica. Y que después del tomo de lógica se interesen por la historia de los sistemas filosóficos y averigüen por su cuenta, y con gran peligro para la estabilidad política, quiénes fueron Descartes o Kant o Spinoza. Tal vez se acerquen al existencialismo o al marxismo, quizá averigüen secretamente las diferencias entre la esencia o la existencia. ¡Qué peligro!
Seguro que quienes vienen creando desde hace tiempo zonas de exclusión en torno a las humanidades lo hacen con la mejor de sus voluntades. Es posible que argumenten para sí razones de orden práctico, pero en realidad, lo sepan o no, son ideólogos del tipo de José Ignacio Wert, nuestro anterior ministro de Educación. Y ya sabemos qué pensaba este hombre de los estudios.